La gaita es un instrumento apasionante. Parece mentira que de los pulmones y pericia del gaitero salgan unas melodías tan armoniosas y singulares como las que caracterizan la música celta. Para que esto sea posible, no basta con que el fuelle (llamado fol) esté lleno de aire, sino que depende de la correcta conjunción de las diferentes partes de la gaita.
Tanto aprender a tocar la gaita como ver cómo es manejada por un gaiteiro experto es toda una experiencia. ¡Es increíble cuánto puede cundir el aire que se sopla! Pero, ¿sabéis una cosa?, por encima de todo ello está conocer el porqué de lo que ocurre. Por eso, en esta ocasión, os contamos todo lo que debéis saber sobre las partes de la gaita. Hemos elaborado un pequeño abecedario con el que resolverás las dudas que tengas.
¿Qué es qué en las diferentes partes de la gaita gallega?
Asientos o “buxas”
En las gaitas, los asientos (o “buxas”) son los trozos que comunican los diversos tubos con el fuelle/fol, esa parte con forma de estómago del instrumento.
Bordón, roncón o ronco
Es el tubo más largo de todas las partes de la gaita, aquel que se emplea, en la mayoría de las ocasiones, para producir el sonido continuo o nota pedal. Se divide en tres partes: prima, segunda y copa o tercia.
Si visualizas a un gaiteiro, el bordón es el tubo que se apoya en su hombro. Respecto a su afinación, está dos octavas por debajo de la de la tónica del punteiro.
Borlas
Tanto en las gaitas como en cualquier objeto en el que se incluyen borlas (cortinas, pendientes, llaveros…), estas son un elemento decorativo y forman parte de los farrapos.
Debido a que no es una palabra del día a día, es muy posible que te estés preguntando “¿qué son las borlas?” Te contamos, son un conjunto de hebras/hilos pegados por uno de sus extremos y sueltos por el otro.
¿En qué partes de la gaita se sitúan las borlas? Normalmente, en la segunda del roncón y en la copa de la ronqueta.
Chillón, ronquillo o chión
Es el nombre del tubo sonoro más pequeño de la gaita gallega. Dotado de una palleta (pieza de caña de lengüeta doble que produce el sonido en la gaita) o de un pallón (pieza también de caña de lengüeta simple), genera una nota que hace la función de dominante junto al punteiro (en la misma octava), aunque a veces se afina en la tónica y en la misma octava del mismo.
Por todo ello, resulta imprescindible en multitud de melodías de la música tradicional de Galicia. De hecho, esta parte es la responsable de que, en numerosas ocasiones, cuando suena una gaita, dé la impresión de que se están tocando dos.
A veces, el chillón puede contar con una llave, con la función de permitir o interrumpir el paso del aire.
Farrapos, flocos o frecos
Si eres gallego, es muy posible que emplees esta palabra cuando algo te resulta una mie… mala cosa. La expresión entera es “farrapo de gaita”, que funciona como un adjetivo negativo. Por ejemplo, “voy a repetir, esto no vale un farrapo de gaita”.
Debido a este uso coloquial, parece lógico deducir que los farrapos pintan poco en la gaita, ¿no? Pues… sí y no. Sí porque son como las borlas, es decir, partes de la gaita que solo decoran y no, ya que ¡anda que no quedan bonitas las gaitas con los farrapos!
¿Dónde se sitúan? Cuelgan de dos extremos. Uno se sitúa en la copa del roncón y el otro, en torno a la prima del mismo.
Fol o fuelle
Como decíamos en el comienzo de este abecedario sobre las partes de la gaita, el fuelle o fol es el lugar (el “estómago”) donde se almacena el aire.
Desde el interior del mismo, gracias a la presión ejercida por el gaiteiro, el aire se distribuye a los diferentes tubos sonoros. Esto es lo que permite que, para tocar la gaita, no haga falta estar soplando cada dos por tres.
Antes (incluso hoy en día) eran de piel de cabrito o de caucho incluso pero actualmente suelen hacerse de materiales sintéticos que son más higiénicos y son más fáciles de mantener que antes.
Palleta
Se trata, sin duda, de la parte más frágil y una de las más importantes de la gaita. Se sitúa en la parte superior del punteiro, otro tubo sonoro de este instrumento. Más de una, suelen ser de caña aunque las hay sintéticas y, en el pasado, se hacían de otros materiales, como el asta.
En concreto, la palleta al vibrar es la responsable de generar el sonido de la gaita.
Prima
Es una de las partes en las que se divide el ronco y la ronqueta. Como el chillón, cuenta con una llave para controlar el paso del aire, en función del tipo de melodía que se esté tocando y de los gustos del gaiteiro.
Punteiro
Llevamos medio artículo mencionando el punteiro y, ¡por fin!, ha llegado el momento de conocerlo de verdad. Junto al fol es una de las partes de la gaita más importantes, puesto que sirve para producir la melodía.
Dotado de un interior de forma cónica, dispone de once agujeros para manipular el aire, ocho son melódicos y los restantes se llaman oídos sonoros y tienen funciones de afinación. El punteiro recibe el aire del fol a través de la palleta, que al vibrar produce el sonido que es modulado por el punteiro.
Ronqueta
Dividida en prima y copa, es el tubo que genera una nota continua o pedal una octava inferior de la tónica del punteiro. El sonido lo produce un pallón iun poco más pequeño que el del ronco.
Segunda
Es una de las partes en las que se divide el bordón o ronco. Se sitúa entre la tercia y la prima.
Soprete o soplete
Se trata del quinto tubo con el que cuentan las gaitas gallegas. Sirve para insuflar aire al fol y, para que no retroceda, cuenta en su extremo con una válvula de retención.
Tercia
Es la parte del roncón, también llamado copa, por la que sale el aire del ronco o roncón, cuando el gaiteiro sopla y ejerce presión en el fol.
Vestido
Se trata de una parte decorativa y muy visual, confeccionada con una tela más o menos lujosa o vistosa, que recubre el fol para que este no se hinche en exceso. Asimismo, hace que cada gaita tenga su personalidad, así como que cada gaiteiro pueda aportar su toque personal al instrumento eligiendo las telas a su gusto.