Hace unos meses, iniciamos una serie Do It Yourself (DIY, de ahora en adelante) en el blog de A Píntega Marela. Sí, además de ofrecer clases de gaita en Madrid, así como de otros instrumentos o bailes, en nuestra escuela queremos hacerte la vida más fácil. Una de las cosas que más nos la complica, en general a todo el mundo, es el dinero y, por ello, te animamos a fabricar tus propias palletas de gaita.
Muy delicadas por naturaleza como cálido es el sol, cambiar, cada cierto tiempo de palletas, es un pastón que te puedes ahorrar con un poco de las siempre gratificantes actividades que aúnan manualidades y bricolaje. En el primero de los capítulos, te explicamos cómo preparar las cañas y, hoy, hacemos lo propio con el tudel y el atado.
Capítulo 2: el tudel
En las clases de gaita en Madrid de A Píntega Marela, muchas veces, sale a colación el tudel. Concretamente, su función. Como ya sabrás es un pequeño tubo metálico (normalmente de latón, aunque, en el pasado, se hacía de otros metales e incluso hasta con ¡pluma de ave!).
Pues bien, tiene varias: hacer posible que las cañas permanezcan juntas y actuar de iniciación del calibre interior del punteiro (complementando dicho calibre). Debido a todo ello, tanto la forma como el diámetro interior, deben tener unas dimensiones muy precisas para, así, lograr una afinación perfecta de la palleta.
¿Qué material necesitarás para fabricar tu tudel? La respuesta es un tubo de latón de 3 milímetros de diámetro interior (lo venden en tiendas de modelismo, que así, de buenas a primeras, no sabrás qué son, pero una búsqueda en Google te lo dejará clarísimo 😉).
Como en el artículo anterior, te contamos qué hacer con el tubo en pasos:
1.En general, los tubos de latón de 3 milímetros de diámetro interior cuentan con una longitud de 1 metro, más o menos. Sí, son un pelín grandes, por lo que, para adecuarlo al tamaño ideal para la palleta, tendrás que cortarlo en tubos de 16 milímetros de largo con una sierra de marquetería. Para que el acabado sea perfecto, te recomendamos que suavices las partes cortadas (cabezas) con una lima, además de que redondees una de ellas. Esto último es necesario para que, al meter el tudel en el punteiro, este no resulte dañado. En cuanto a la otra cabeza, gracias a un alicate, la aplastarás para darle la conicidad adecuada (para averiguar cuál es, puedes servirte de uno de una palleta inservible que tengas).
2.A continuación, con un destornillador pequeño (es imprescindible que encaje en el tudel) y una lima, rebaja la boca exterior hasta que mida 2,7 milímetros y el interior, hasta 2,4 milímetros. Esta cifra debe ser así porque, de lo contrario, el tudel fabricado no te servirá para nada y, por consiguiente, tampoco la palleta.
Capítulo 3: el atado
Más que “el atado”, tendríamos que haber titulado este capítulo como “los atados”. El motivo es que tendrás que hacer 2 tipos.
3.1. El primero
Con la ayuda de un destornillador (el mismo que el empleado en el tudel) y con la caña mojada, elaborarás un atado, cuya función será que cierren las cañas, así como que cojan forma.
Para ello, tendrás que dejar sin hacer 2 terceras partes del atado, además de fijarte en que el tudel sobresalga 5 milímetros de la caña y en que se quede perfectamente centrado.
3.2. El atado definitivo
En cualquier mercería o centro comercial, podrás encontrar hilo fino de torzal (es bastante duro) de primera calidad, material esencial para este subcapítulo de la construcción de tus propias palletas de gaita. Y en droguerías o tiendas de bricolaje, la cera virgen, que deberás aplicarla en el hilo.
A continuación, tendrás que proceder al atado, propiamente dicho. Lo primero, para ello, será comenzar por debajo, cuidándote de dejar a la vista 2 milímetros del tudel, dando (con el hilo) vueltas uniformes y bien apretadas.
Al mismo tiempo, eliminarás el hilo para dejar un cabo suelto de 15 milímetros en la parte superior. Además, es importante que tengas en cuenta que el atado deberá presentar la misma altura que el tudel (16 milímetros). A partir de dicha altura, pondrás el frenillo.
Eso sí, antes de preocuparte por el frenillo, tendrás que eliminar el celo (el que colocaste en el punto 7 del primer post sobre este curso DIY) de las palletas (con su último atado ya listo). Tras ello, utilizando una navaja, rebaja hasta lograr una ligera forma cónica.
Para que esta rebaja te quede niquelada, te recomendamos que lo hagas de menor a mayor, partiendo de 4 milímetros de atado y que complementes tu rebaje de navaja sobre un taco de madera. En este punto, deberás tener cuidado y presionar poco las puntas con una lima muy fina (de forma uniforme y centrada). Esto evitará que se rajen.
Como consecuencia, las cañas quedarán algo gordas, por lo que tendrás que rematarlas con lijas de número 280 y 400.
Para terminar este subcapítulo, deberás pegar un corte en la cabeza. De nuevo con una navaja, apoyarás la cabeza en un taco de madera dura, lo que facilitará que se abran las cañas. Si, por algún motivo, tus cañas no se abren, ello significará que has cometido algún error, por lo que te tocará empezar otra vez.
Hasta aquí la lección de hoy, un plus para toda España de nuestras clases de gaita en Madrid. Llegados a este punto y con este y otro artículo sobre la construcción de tus propias palletas a nuestras espaldas, queremos que nos des feedback, ¿te está sirviendo/motivando este curso online?, ¿mejorarías algo?
Tanto para responder estas preguntas como para todo lo que necesites, vinculado a la música tradicional gallega, te recordamos que tienes los comentarios de los posts o la página de contacto de A Píntega Marela. ¡En todos esos lugares estamos para ti!