La zanfona es un complejo instrumento de la familia de los cordófonos con una interesante historia, que ha recorrido casi todos los rincones de Europa. De hecho, es uno de los instrumentos medievales por excelencia.
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¿Qué es una zanfona o viola de rueda?
La zanfona, también denominada viola de rueda, es un instrumento con un mecanismo de cuerdas, que suenan por la frotación de una rueda resinada, que gira por acción de una manivela y cuyo sonido es modulado a través de un teclado que da una escala de dos octavas de extensión. Tiene tres cuerdas principales o cantoras que llevan la melodía y otras más acompañantes o bordones que dan un sonido simultáneo.
A través de su largo viaje por la historia y por los diferentes lugares que han adoptado su peculiar sonido al folclore propio, ha adquirido diferentes nombres en distintos idiomas.
Tan solo en español se puede referir a ella como: armonía, sinfonía, çinfonía, çanpoña, chifonía, chinfonia, gaita de rabil, gaita zamorana, lira alemana, lira rústica, organistrum, rota, rota britannica, sanfona, sanfonia, simphonia, sinfonía, symphonia, symponia, viela, viola, viola de amor, viola de rueda (uno de los nombres más extendidos en nuestro país), zanfonia, zanfonía, zanfoña, zamponna, zampoña y zarrabete.
Y en cada sitio tiene diferentes denominaciones. Las más comunes son: sanfona en Portugal, zanfona en Galicia, zanfonía o zanfoña en Castilla, zabarrete en el País Vasco, viola de roda en Cataluña, vielle à roue en Francia, ghironda en Italia, hurdy-gurdy en Gran Bretaña e Irlanda, draailier en Holanda, drehelier en Alemania, lira en Suecia y Rumania y tekero en Hungría.
De ida y vuelta, recorremos la historia de la zanfona
La viola de rueda comienza su historia en la forma de otro instrumento similar llamado organistrum, que era tan grande que se requería de dos personas para tocarlo. Era muy popular durante los siglos X y XIII dentro de la vida eclesiástica, pues se utilizaba para interpretar la música sacra, que se adapta perfectamente a las polifonías que produce.
Evoluciona hasta el siglo XVIII convirtiéndose en un instrumento más práctico y que gana popularidad rápidamente, especialmente en las cortes de los nobles.
Sin embargo, comienza a ser olvidado menos de un siglo más tarde y es reemplazada por otros instrumentos de cuerda en desarrollo como el violín, la viola o la vihuela. De esta manera, se volvió un instrumento usado casi exclusivamente por mendigos y vagabundos, y fue retratada como tal en populares obras iconográficas.
Durante la Francia pre-revolucionaria, acontece un resurgimiento que dota a la zanfona de popularidad una vez más. Es en esta época cuando ilustres personajes y miembros de la aristocracia encargan la manufactura de elaboradas zanfonas para aprender a tocarlas. Y también es cuando su uso se extiende a otros rincones de Europa, como Hungría o Ucrania.
Era tan demandada la manufactura de zanfonas en Francia por aquella época que los lauderos desmantelaron incontables laúdes para poder fabricarlas. Y es por esto que la característica principal de la zanfona francesa es esta forma de laúd en la caja de resonancia.
A diferencia de la española o la gallega, que adoptó una forma más parecida a la vihuela, incluso a la guitarra, preservando hasta hoy en día una escotadura o cintura; o de la típica forma cuadrada, heredada del organistrum que se mantiene más fiel a los criterios tradicionales.
Actualmente podemos encontrar numerosos festivales de música tradicional que incluyen a la zanfona dentro de sus interpretaciones como el de Saint-Chartier, en Francia, que reúne a múltiples intérpretes, luthiers y enamorados de la zanfona de todo el mundo por unos días.
Si sientes interés por este magnífico instrumento o quieres aprender cómo se toca la zanfona, puedes visitar otros artículos en el blog de A Píntega Marela y aprender más sobre diferentes instrumentos arraigados a la cultura y tradiciones de Galicia.